Hay que celebrar las bodas con muchas sonrisas y una lagrima.
Y en los funerales muchas lagrimas y una sonrisa
Pero no hay que ir a las bodas pensando en funerales, ni a los funerales pensando en bodas
Hay que aceptar la vida tal cual es :
Con su día y con su noche,
con su llanto y su sonrisa
con sus bodas y sus funerales
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